sábado

Madrid, 11 de Septiembre de 2010.





Nos gustan las ciudades en las que la bici supone un medio de transporte habitual entre sus ciudadanos.


Pensamos que es mejor vivir en una ciudad más silenciosa, menos contaminada, con un mayor sentido de comunidad y mayores recursos públicos, más sostenible y con mejor calidad de vida para todos.


Por eso, queremos poner nuestra parte en la generalización de su uso proponiendo eventos culturales a los que poder asistir o disfrutar en bici. Creemos que utilizar la bici por primera vez para ir a un concierto, al cine, a cenar o al trabajo acaba con los posibles prejuicios que te impedían hacerlo hasta ahora.


Biernes simplemente crea excusas para que te subas a una bici y vayas a un sitio.


La primera excusa será en Madrid, el 11 de Septiembre, cuando tendrá lugar una exposición de 25 piezas gráficas inspiradas en la cultura de la bici y realizadas expresamente para La Noche en Blanco por Mr. Ed, Puño, Ricardo Cavolo, Enriqueta Llorca, Coqué Azcona, Cosas Mínimas, Ferran Esteve, Marisa Morea, Iván Solbes, Bakea, Lucía Corral, Pietari Posti, Miguel Brieva, 3ttman, David Sánchez, Alma Larroca, Pedro Papercut, Miguel Velacoracho, Le Raúl, The Beard, NosE o Santiago Morilla, entre otros.


La exposición se realiza en colaboración con la Fundación Movilidad y Cemusa para la Noche en Blanco, que sucede desde las 21.00 del sábado 11 hasta las 7.00 del domingo 12. Si no te es posible asistir a LNEB, la exposición puede ser visitada durante todo el día del sábado y del domingo.


Las piezas se expondrán en las marquesinas de autobuses, a gran tamaño y retroiluminadas, desde La glorieta de Ruiz Jiménez hasta Cibeles y supondrá la primera exposición que se pueda recorrer en bici: Dos placeres en uno.

jueves

Es que hay cuestas.

Hoy podría ser el primer día en que fueras en bici al trabajo, pero es cuesta arriba.

Claro, Amsterdam y Copenhague tienen truco: Son planas. Como Berlin, Londres y tantas ciudades bike-friendly.

Los españoles también somos campeones en fundar ciudades donde más cuestas había. En las que no hay (Sevilla) hay bicis, y en las que sí (Cuenca) no ves ni una.


¿Así que podemos afirmar que si hay cuestas no hay bicis? No. Siempre nos quedará San Francisco. Donde se editan mapas en los que se indican el grado de pendiente de las calles para poder planear las rutas con antelación y no encontrarte con Jones St. en los morros. O donde los medios de transporte facilitan medios para colocar las bicis y así combinar perfectamente bicis y transporte público.


Probablemente no podremos contar con que la política nos ayude, así que ahí van algunas soluciones alternativas:


Una. Conocer tu ciudad, o planificar las rutas habituales a través de herramientas tan útiles como Google Maps, en donde podremos buscar vías alternativas con menos cuestas para llegar al mismo sitio. Podría ser perfecto pero por ahora está bien.


Dos. Si vives en una ciudad en la que no te vas a librar de subir unas cuantas cuestas, es preferible tener una bici que tenga desarrollo suficiente, y saber usarlo, para poderlas subir con comodidad. Montar en bici te pone en forma, así que cierta asiduidad también es una manera de no dejarse impresionar tanto por los porcentajes de pendiente.


Tres. Recuerda siempre que después de una cuesta arriba viene una cuesta abajo.Eso ayuda a subir.

Es que hace calor.

Hoy podría ser el primer día que decides coger la bici para ir al trabajo, pero hace calor.

El calor puede ser lo que más quite las ganas de decidirte. Sin embargo se pasa mejor que si se va andando.

Durante todo lo que quede de post estaremos hablando de un calor bochornoso, ese que se comenta en los ascensores y con el que se suspira de alivio cuando entras en algún sitio con aire acondicionado.


Para ir al trabajo en bici bajo condiciones sofocantes lo primero es hidratarse: beber antes nunca está de más y después te va a apetecer. Si la distancia es larga, no está de más llevar botella.


Si no necesitas ir encorbatado o trajeada al trabajo no será necesario, aunque ser previsor puede significar llevar una camiseta de repuesto. Si trabajas con traje es mejor llegar con ropa cómoda y cambiarte allí. Hay baño en tu trabajo ¿no?


Lo que es menos común es que en el baño haya ducha, pero en caso de que hayas sudado un poco y no haya ducha puedes considerar llevar (o tener en el trabajo) un sobre con unas toallitas húmedas para bebé. Seguramente ya cuentas con un pequeño desodorante de emergencia en tu cajón o en tu taquilla, así que este consejo nos lo saltamos.


Sal un poco antes de casa. Para no sudar la mejor solución es tomártelo con calma, date tiempo: pasea. Evita el sol y pedalea bajo las sombras. Aprovecha las cuestas abajo para dejar de pedalear y disfrutar de un brisa que sólo sentirás sobre la bici. Ve bajando el ritmo al final, o cuando llegues puedes dar un par de vueltas tranquilamente, a veces cuando se para repentinamente es cuando uno rompe a sudar.


Si tu ciudad además de calor, tiene cuestas, una bicicleta con más piñones y platos de lo habitual ayudará.


Hay dos soluciones extra para no sudar. La cara, tener una bici eléctrica. La barata, estar en forma.


Otra cosa. La alforja en la bici (o la cesta) es la solución más cómoda para llevar la cadena, el portátil, la ropa, los libros, la comida... Además, si hace calor, llevar la mochila o una bandolera es incómodo y te hace sudar, que es lo que llevamos todo el post sin querer que pase.